La mayoría de estos hábitos se realizan de forma inconsciente, pero la realidad es que contribuyen al deterioro de dientes y encías. Para evitar sus consecuencias a nivel bucodental es imprescindible mantener una buena rutina de limpieza oral. Es decir, cepillarse los dientes después de cada comida, además de no descuidar la higiene interproximal. También es fundamental acudir al dentista de confianza con regularidad.

Más información  
ESTE SITIO FUE CONSTRUIDO USANDO